Hay que tenerlos muy bien puestos como los tiene El Torres para pasar del triste panorama editorial nacional y montarse su propio sello independiente para publicar en Estados Unidos sus cómics y pasar de todo. Además ya ha hecho los deberes y se ha asociado con Dibbuks (de las pocas editoriales serias nacionales junto a Aleta) para sacar los tebeos en España. Así nos llega Las Brujas de Westwood que recopilar los cinco números USA originales en tapa dura y a un precio bastante competitivo, además la edición va plagada de extras y cosas de esas que nos gustan a los frikis.

Las Brujas de Westwood es un cómic de terror cojonudo, de lo mejor que he leído de este género en mucho tiempo. Nos narra la historia de Jack, un escritor de medio pelo hasta que se le ocurrió escribir Walpurgiss Passion, una novela romántica para adolescentes pero repleta de elementos de magia negra y brujería muy documentados, pues bien, Zack sufre un bloqueo de cara a una segunda entrega que no quiere escribir pero que está obligado por contrato y para intentar liberarse vuelve a Westwood, su ciudad natal.
Enseguida cambiamos de plano pues llegamos al pueblo que da nombre a la obra y somos testigos de un escalofriante aquelarre a manos de tres brujas. Es todo muy explícito con grandes dosis de violencia y sangre, las brujas se declaran siervas de un demonio llamado Baphomet y al enterarse del nuevo vecino de Westwood y de su obra de inmediato sienten un interés especial por él.

El Torres se las ingenia para atraparnos desde el primer momento con un guion muy cinematográfico que podría adaptarse al cine sin ningún problema y que entretiene como es debido va soltando pistas sobre el pasado de Jack y el hecho de que conozca tantos datos sobre la brujería y magia negra, no en vano lo primero que le advierten cuando llega a Westwood es que la ciudad no es la que era y que alberga una seria y preocupante lista de accidentes misteriosos y desapariciones. Poco a poco la historia de las tres brujas, otros seres diabólicos y el pasado de Jack contado mediante abundantes flashbacks se va entretejiendo y tomando forma hasta el desenlace que a mí me pilló por sorpresa y me dejó muy satisfecho.

En la parte del dibujo encontramos dos dibujantes, en los dos primeros contamos con Abel García y Ángel Fernández los tres últimos, curiosamente en Estados Unidos el tercer número fue dibujado por Roger Bonet, pero para la edición española se ha redibujado. El estilo de ambos dibujantes creo que se complementa muy bien con trazos finos, simplistas y una paleta de colores oscuros de Ester Sanz que da al acabado un look muy a lo Ben Templesmith que en su momento dibujó 30 Días de Oscuridad, el cómic que en mi opinión revitalizó en USA el género de terror.
Más que agradable sorpresa, tengo que echarle el ojo a los siguientes trabajos de Amigo Cómics que sean publicados en España.